Toponimia

 

El nombre Bolivia es una derivación del apellido paterno de Simón Bolívar. Durante el período virreinal, la zona geográfica era denominada el Alto Perú, tras la proclamación de la independencia del Imperio español el 6 de agosto de 1825, la Asamblea Deliberante aprobó el 11 del mismo mes la ley de Premios y Honores a los Libertadores. El primer artículo de esta ley indicaba que el nuevo Estado recibiría el nombre de "República de Bolívar".13 Meses más tarde el nombre fue modificado, sin una resolución de la Asamblea Deliberante, al aceptarse el argumento propuesto por el diputado de Potosí, Presbítero Manuel Martín Cruz, que dijo lo siguiente: "Si de Rómulo, Roma; de Bolívar, Bolivia".14 La nueva República adoptó oficialmente el nombre de Bolivia el 3 de octubre de 1825.14

Bolívar, al aceptar el honor de que el nuevo país lleve su nombre, y tras ser designado primer presidente por la Asamblea Deliberante, bautizó a Bolivia como su «Hija Predilecta» y pronunció la siguiente proclama:
 
Representación gráfica de la Fundación de Bolivia en la Casa de la Libertad, Sucre.

Mi desesperación se aumenta al contemplar la inmensidad de vuestro premio, porque después de haber agotado los talentos, las virtudes, el genio mismo del más grande de los héroes, todavía sería yo indigno de merecer el nombre que habéis querido daros, ¡el mío! ¡Hablaré yo de gratitud, cuando ella no alcanzará jamás a expresar ni débilmente lo que experimento por vuestra bondad que, como la de Dios, pasa todos límites! Sí: sólo Dios tenía potestad para llamar a esa tierra Bolivia...

¿Qué quiere decir Bolivia? Un amor desenfrenado de libertad, que al recibirla vuestro arrobo, no vio nada que fuera igual a su valor. No hallando vuestra embriaguez una demostración adecuada a la vehemencia de sus sentimientos, arrancó vuestro nombre, y dio el mío a todas vuestras generaciones. Esto, que es inaudito en la historia de los siglos, lo es aún más en la de los desprendimientos sublimes. Tal rasgo mostrará a los tiempos que están en el pensamiento del Eterno, lo que anhelabais la posesión de vuestros derechos, que es la posesión de ejercer las virtudes políticas, de adquirir los talentos luminosos, y el goce de ser hombres. Este rasgo, repito, probará que vosotros erais acreedores a obtener la gran bendición del Cielo —la Soberanía del Pueblo— única autoridad legítima de las Naciones"